28.3.08

Von Oswald, Delay, Loderbauer

Aacabo de llegar de un concierto en el Reina Sofía a cargo de Moritz Von Oswald crew [con Vladislav Delay y Max Loderbauer]. Primer punto: el lugar estaba lleno de un público variado y que en un 70% (casi pongo la mano en el fuego) no tenía mayor idea de que iba a escuchar. Cierto que es gratis, pero unas 300 personas son bastantes y hay que recoger la entrada antes.

Parece que lugares como este o la Casa Encendida han logrado algo necesario para cualquier escena cultural: lugares de referencia, aquellos de los que te fías y a los que acudes aunque no conozcas muy bien a los actuantes. Es más, una de las gracias consiste precisamente en descubrir músicas (o videos o cine, para ampliar) que no resultan familiares. Esa credibilidad de lugares, medios de comunicación, sellos... eso es algo que vale mucho, importa mucho y no se crea de un día para otro.

¿El concierto? Bueno, curioso. Moritz, que es de verdad un noble alemán vestido con jersey de punto fino, camisa a cuadros y raya al lado, no solo es uno de los músicos que lograron ya en los 90 que Europa se sumara con voz propia a lo más interesante del diálogo "electrónico", sino que mantiene una tienda como Hardwax y un laboratorio de corte de acetatos capitales como centro de distribución y fabricación del vinilo para profesionales. Se encargaba de mezclas, teclas, efectos...

Vladislav Delay se plantó con una batería sin bombo y resultó una sorpresa mayor. En cada pasaje de la pieza evolutiva que tocaron, Delay no usaba más que un par de elementos. Tenía un swing tremendo, pero con materiales reducidos a su mínima expresión. Recordaba a veces un Max Roach o un Billy Higgins y eso es mucho recordar para un finés rubio.

Por su parte, Ma
x Loderbauer, mitad de Sun Electric, estaba al frente del sinte modular más lleno de cables que he visto y de un EMS, uno de los grandes clásicos de la primera síntesis. Eso y un secuenciador, tan analógico como todo lo demás. Allí no había rastro de ordenadores. Y eso resulta ya una declaración de intenciones.

Ya digo, un concierto más jazzy que otra cosa, con sonoridades más actuales, con ecos de dub, música de vanguardia, en suma. Y como tal, más agradable e interesante que excitante. Pero ya quisiéramos poder escuchar algo así todas las semanas. No impresionaba, pero ha dejado buen recuerdo.




8 comments:

Anonymous said...

Yo me quede sin entrada para el evento, yo y muchos mas que llevan varios años siguiendo la trayectoria de Marc Leclair.

Hubiera estado genial diafrutar del concierto y coincidir contigo, jose manuel.

Fractales saludos.

Anonymous said...

Por cierto,maese...

Si le apetece...el dia 29 de Mayo doy concierto en " El perro de la parte de atras del coche", calle pez.

Hay una serie de conciertos de los productores afincados en Madrid que intentamos crear escena...

Xperimental aka Macroeconomics

J.M. Costa said...

Lástima que no entraras, porque estuvo bien. Por otro lado, el 29 de Mayo está ya apuntado en letras doradas.

Anonymous said...

Pues menos mal que no impresionaba, no?

Es estupendo que surjan propuestas que atraigan buscadores de incógnitas.

Un saludo. A ver qué hago el 29...

c.m.

Anonymous said...

Cuanta razón llevas en lo de “sitios de referencia”. Y que pocos quedan. Y los dos que mencionas tienen un denominador común, José Guirao. Ejemplo de gestión cultural, siempre en vanguardia

http://elmundano.wordpress.com/2007/10/30/jose-guirao-gestion-y-vanguardia/

Anonymous said...

Maestro, de acuerdo con c.m. -si siendo como lo ha puesto no le ha impresionado es que han tocado versiones de Fito?

Aparte... si no le es mucha molestia, recuerda sitios en Berlín del estilo de la Casa Encendida (que debe ser una bendición para el que la pueda disfrutar)? Porque Tacheles... pff-fff-fff...

J.M. Costa said...

esto es lo fantástico de los blogs. Puedes regresar a tus opiniones y contrastarlas. Debo decir que con el paso de los días, tengo mejor y mejor recuerdo del concierto. Recuerdo que no me emocionó y eso permanece. Pero aparte de lo agradable, resultaba interesante. Y según ha pasado el tiempo, más interesante. La yuxtaposición de sonidos y aproximaciones hasta crear un todo coherente no es algo sencillo y esta gente lo lograron. Quizás la ausencia de aristas, la renuncia a cualquier efectismo hizo que no me impresionara tanto. Pero es un concierto de aquellos que no se olvidan.

Contestando a Adrian. Aparte de la Casa Encendida y del Reina Sofia, tenemos también hay tres locales privados que parecen ir concretando programaciones curiosas, el Dink, El Perro de la Parte de Atrás del Coche y La Casa de los Jacintos. Así es como debe ser. Imagino que en otras ciudades habrá lugares equivalentes. Pero no me consta.

Por otra parte, querría dejar claro que no estoy dispuesto a pagar 35 napos por ver a Moonchild en el Joy Eslava. No es cuestión de pelas sino de principios.

Anonymous said...

En Vigo la gente de Sinsalaudio.org lleva unos años ofreciendo una programación más que interesante, con las dificultades que conlleva estar lejos de los grandes circuitos.