La verdad, poca gente tan trascendental como Robert Moog (1934-2005, de cancer) para la música de nuestro tiempo. No es exactamente que inventara el sintetizador, como ahora repiten por todas partes (quienes desarrollaron el trabajo teorico previo fueron gentes como Donald Buchla, Hugh Le Caine, Raymond Scott o Paul Ketoff), pero desde luego, inventó el sintetizador popular, aquel que podía sacarse de inmensos laboratorios de sonido y presentar urbi et orbi sus sonidos, literalmente inauditos y tras los cuales se abría el amplio campo de la electronica que hoy conocemos.
Moog es hoy respetado sobre todo por su grandioso Modular, capaz de competir con los Kurzweil o Arp , pero en realidad pasará a la historia por su Mini Moog, un sintetizador monofónico de sonido grueso y definitivo que abriría de forma definitiva el camino del sintetizador en nuestra cultura.
El Mino Moog era terrible de afinar y tenía otros problemas, pero la densidad de su sonido era inconfundible y en los setenta no había practicamente banda de renombre que no tuviera uno. Apenas el Korg MS 20 se le acercó algo en popularidad.
Es más el Moog fue el primero en ser utilizado en el jazz (por Sun Ra) y tambien el primero con el que se tocó musica clásica de forma seria (Switched on Bach, de Wendy Carlos). Total, que su trascendecia abarca todo el registro.
Sin Moog nuestro mundo sería otro, de la misma manera que sin Diesel o el inventor del Trinitron. Son esas intervenciones tecnicas que cambían el discurrir de la humanidad. En este caso, su musica.
No comments:
Post a Comment