22.5.05

Sound en la Stadt

El sonido de la ciudad, de las ciudades, ha sido descrito mil veces y ecos de las calles de Roma o Damasco, incluso de Tenochticlan o de Edo nos han llegado a través de palabras, dibujados en imágenes, mantenidos quizás en las costumbres y el tiempo. En la era de la reproducibilidad esos sonidos ya no tienen por qué ser descritos, pueden ser conservados y de hecho las primeras “músicas concretas” de mediados del siglo pasado fueron grabaciones urbanas, el ambiente sonoro y tecnológico donde nacía esa nueva música.

Es muy probable que “Itinerarios de Sonidos” (www.itinerariosdelsonido.org ) figure en el futuro en la literatura sobre audio-instalaciones, una de las ramas artísticas más características y definitorias de nuestro tiempo. Pero, como en aquellos relatos antiguos, la descripción será parcial, incluso aunque venga acompañada de un DVD. Y es que aquí se trata de algo probablemente inédito, al menos en esta escala: tomar la ciudad, no solo como fuente de los sonidos, sino también como el entorno donde se van a reproducir.

Desde el 21 de Mayo hasta el 25 de Septiembre (aunque la inauguración oficial sea el día 20, algunas de las instalaciones funcionarán con anterioridad) los madrileños o foráneos que lleven auriculares y esperen su autobús en 14 paradas seleccionadas, escucharan extraños sonidos sobre los cotidianos de ese lugar concreto a esa hora casi siempre precisa. Catorce artistas de justificada fama internacional pasaron por Madrid a principios de año reflexionando sobre la ciudad, sus sonidos, como devolverlos a la gente, como asaltar esas pequeñas intimidades que genera la rutina de esperar el autobús. La mayor parte de ellos regresaron con la grabadora repleta de sonidos tomados en la calle de la ciudad. Y algunos resultados son fascinantes.

Es curioso constatar como en este no-estilo, pueden rastrearse las huellas dactilares de cada artista. Luc Ferrari, uno de los maestros de la música concreta, no puede evitar convertir cualquier sonido muestreado en música coherente, ni desarrollar un agudo sentido del humor. En sus trece cortas piezas aparece un amplio abanico de conversaciones, voces, sonidos aislados como el de una iglesia, canciones espontaneas…

Este recurso de la grabación de calle ha sido utilizado por muchos otros artistas, desde el ambiente maquinista y algo opresivo de Adrian Piper hasta Trevor Wishart, quien recoge voces del mercado, publicidad del sorteo de Navidad, ruidos… Materiales que deja ir evolucionando hasta una composición de cierta complejidad rítmica.

Hay quienes, como Francisco Ruiz Infante, hispanohablante al fin y al cabo, buscan la interacción directa y bastante divertida con el entorno de la parada de autobús que les ha tocado en suerte y reproducen ese micromundo de relaciones que puede darse en una “parada lenta”. Los eternos móviles, el pasar de una moto, el saludo, un tipo que quiere entrar en el tribunal…

Otro caso de recorrido peculiar es el de la alemana Christina Kubisch, que son sus micrófonos-cascos preparados para captar inducciones magnéticas, graba un paseo por lo inaudible de la gran ciudad, allí donde se unen impulsos de móviles, UPS’s, señales de radio, campos creados por motores… Es una de las piezas más fascinantes, como caminar por las cloacas del sonido urbano. Lo que nunca escuchamos pero existe, está ahí.

Hay casos inmediatamente menos inteligibles, como los relatos de abducciones que dispone Susan Hiller o la melodía de Kristin Oppenheim sobre la que flota una voz poética y el rechinar suave de una puerta o de un columpio.

También hay dos instalaciones que funcionarán en tiempo real, las de Bill Fontana y Joao Penalva. Fontana incorporará el sonido de un reloj mecánico hasta los oídos del oyente en plena plaza de la Cibeles. Penalva colocará un micro en la parada de Callao con Preciados y aplicará un delay de dos segundos y una reverberación antes de reenviar la señal a través de los auriculares.

Hay alguna pieza que se sale de lo que parece la temática del proyecto ideado por Maria Bella Piñeiro y Miguel Ávarez Fernandez, mas concretamente las puramente vocales de Fernando Millán (unas poesías visuales que ya tienen sus años) y Jorge Eduardo Eielson que presenta la pronunciación de una serie de colores. Puede argumentarse con cierta solidez que estas intervenciones vienen amparadas por un pensamiento casi paradójico aplicado a un contexto donde la palabra nunca se escucha de esa forma. Pero, francamente, parecen responder más a ese típico fenómeno de las exposiciones temáticas donde algunos artistas, por la razón que fuere, se saltan el tema.

“Itinerarios de Sonido” lleva a su conclusión lógica algo que estaba implícito en las músicas concretas, ambientales o ecológicas que no han dejado de crecer durante los últimos 50 años. Por lo general, esas grabaciones, esos retazos de realidad auditiva son secuestrados de su entorno y recontextualizados en museos, centros de arte, galerías o quizás conciertos, grabaciones…

En esta ocasión lo diferencial es que los sonidos (casi todos ellos al menos) regresan a su punto de origen. Modificados no solo por el azar cotidiano, sino por la sensibilidad de un artista. Solo hay que enchufarse, quizás la escucha sea uno mismo.

5 comments:

Anonymous said...

vaya caña, no está nada mal el hecho de tener un registro de audio de tu ciudad convertido a "canción", la verdad que la cosa para un profano como yo tiene su punto, un tema de excentricidad elevado al ámbito doméstico, a ver si voy a hacer una canción con registros sonoros de tangalandia y me forro....
gurb

J.M. Costa said...

Si, la verdad es que es una gran idea y como digo por ahí, se trata de una intervención sin precedentes. El disco resultante, encima, está bien.

Anonymous said...

sólo una puntualización; no hay nada más urbanita que un museo o una grabación de sonido; quizá no hay más novedad conceptual en el proyecto;
me solía interesar este rollo de la relación perceptiva pura con el sonido(sea de ambientación urbana o no), pero no me negarás que la historia juzga la trascendencia histórica de un hecho artístico por contenidos estéticos y/o económico-políticos, en general;por lo demás, a pesar de la constante intención de la "vanguardia" de transmutar arte en vida y vida en arte, la puta realidad es que hay hasta museos monotemáticos fluxus financiados por el estado(con ovejas dando vueltas por allí, malpartida,?!), a los que vamos siempre los mismos gilipollas; a la gente le suda el prepucio estas cosas; dudo por ello que alguien recuerde esto grabado dentro de 40 años; de hecho, muy poquitos escuchamos los concretes gabachos o los fururistas espaguettis; y cuando tu (y yo) la palmemos ,menos...
un saludo, fluxpenn

Anonymous said...

Uy! pensé que le dí a un lynk que me llevó a otro blog, pero no no no estoy en la parte de los comentarios aun :) Sigo sin saber de musica asi que solo pasé a saluderle Don Will *_,*

Zeppitsu said...

Tu blog me parece bastante fascinante,me encanta a mi edad extraer particulas de este estilo,lo visitaré a menudo sin duda.En cuanto a lo que ha dicho fluxx solo puedo decir que cuando vosotros desaparezcais aún quedará gente como yo para agarrar el testigo. Un Saludo Genttleman.