La polvareda que se ha levantado en el Museo Picaso de Málaga (http://www2.museopicassomalaga.org/ ) no es simplemente la manía de una señora cuyo mayor tinte de gloria es haber sido nuera de Pablo Picasso. Tras el repudio a la exposición “Viñetas en el frente”, un excelente trabajo de contextualización de la obra de Picasso “Sueño y mentira de Franco” (no se puede ser más explícito en una referencia política) y la solicitud expresa de despido del director del Museo, José Lebrero, se esconde el mismo tipo de revisionismo histórico que tras el carcajeado Diccionario de la Academia de la Historia. Un revisionismo que encuentra su acicate en el muy torpe y pacato intento de recuperar la "memoria histórica", pero que posee sus propias dinámica y argumentación.
Desde las páginas de ABC, Gabriel Albiac trata de esbozar la linea ideológica que nutre la posición de la familia (¿?) Picasso (http://www.abc.es/20110622/opinion-colaboraciones/abcp-picasso-memoria-20110622.html ). En el, se viene a explicar que el arte carece de memoria y que por tanto, no puede ser utilizado más que en un contexto digamos que formalista. Con independencia de que ese tipo de aproximación a las artes dejó de existir hace mas de medio siglo y que Albiac da por axiomático lo que en realidad es una hipótesis muy débil, lo importante es comprobar como determinado conservadurismo equipara la "no memoria" a "negar la memoria". Nadie en su sano juicio puede pensar que Picasso no tuviera la política in mente cuando realizó "Sueño y mentira de Franco", pero eso es exactamente lo que ha sucedido en casos como este o el famoso diccionario.
Mas información y carta de apoyo al José Lebrero en http://www.porelarte.es/
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