9.9.09

The Beatles, nueva masacre sacacuartos



Things We Said Today, por poner algo que me guste y no vaya a pegar mucha más gente. Suena mal, se cruzan un par de veces, es todo de aquella manera, pero oiga, este era un grupo que siempre hizo música primero con las entrañas.

Estoy seguro de que casi nadie se ha enterado de que hoy se pone a la venta la integral remasterizada de los Beatles… Excuse me? ¿Remasterizada? ¿Pero no habían salido ya CD’s de todos sus discos? ¿No fueron remasterizados para el nuevo medio? La historia es bastante graciosa y tiene que ver con la desesperación de la industria, con sus hábitos chapuceros
y, para abreviar, con su falta de respeto al oyente y al arte.

Los Beatles son el grupo discográficamente más sagrado de la historia. Sus discos nunca han pasado a ningún tipo de rebajas; no aparecen en recopilaciones con sus pares de Liverpool, Londres o California; últimamente se ha negado su aparición en Spotify. Todo esto, claro, tiene que ver con deseos de seguir ordeñando la vaca hasta su extenuación y de obligar a que los interesados se compren una y otra vez el mismo material. Pero también está teniendo otra consecuencia no deseada por EMI: al mantener esta exclusiva situación de semi-invisibilidad, los Beatles corren el peligro cierto de ir deslizándose a una cierta irrelevancia: quien no está en la Red corre el peligro de “no estar” de ninguna manera. Así de simple.

De otro lado, esta híper-valoración comercial de los de Liverpool no ha ido pareja con un respeto real hacia su trabajo. Aún en la época del vinilo se hicieron verdaderas barrabasadas y no me refiero solo a las cien mil recopilaciones absurdas que han ido saliendo a lo largo del tiempo. Pongo un solo ejemplo: tengo en mi poder una caja de madera con cierre de persiana con toda la discografía en vinilo de esta gente. Hasta aquí normal. Lo que no es normal es que esta edición deluxe se hiciera no partiendo de los masters originales, sino de casettes 8 track americanas. Resultado: el orden las canciones ¡en los vinilos! no se corresponde con el original (indicado en las portadas), porque las 8 track no son secuenciales sino que van, por decirlo de alguna manera, “a saltos”. Hasta aquí el respeto que EMI siempre ha manifestado hacia el grupo y hacia los aficionados que, por ejemplo, compraron aquella edición. Bastante cara, por cierto.

Algo parecido sucedió con las ediciones en CD, tan lamentables como para sonrojar a cualquier oyente con un mínimo criterio. Vale que hace veinte años el arte de la remasterización digital no estuviera tan avanzada como hoy en día, pero es que ni siquiera entonces tenía un pase y cabe señalar que se realizaron sin el concurso de los supervivientes del grupo (John ya había sido asesinado) ni del productor George Martin.

Ahora se nos viene encima esta nueva edición, lanzada como si se tratara de algo incomparable y necesario, apoyada por un Rock Band (corregido de Guitar Hero gracias a Javier) adaptado a la banda e incluso en una colección de tazas que medio regala El País. Y es para echarse a temblar. Para empezar, se han reconvertido a estéreo lo que en su inmensa mayoría son piezas mono (los Beatles no se interesaron por el estéreo hasta muy al final de su carrera), quien ha realizado el trabajo es el hijo de George Martin, el cual ha debido imaginar de repente como podría haber sonado aquello si hubiera sido realizado hoy en día. Eso es tener valor. En fin, todo parece un despropósito en el cual incluso se ha limpiado la impronta de la cinta magnética dejada por las sucesivas overdubs (regrabaciones en una sola pista de varios elementos) y que, mire usted por donde, formaban parte integral del sonido de los Beatles. Eso sí, también hay una edición especial en vinilo en mono, para quien quiera gastarse el dinero una vez más.

No es que me parezca mal que los Beatles estén presentes. Muchos amigos joveznos son de la opinión de que los Fab Four no aportaron más que melodías pegadizas y que otros grupos estaban avanzando más que ellos en una relativa oscuridad. Uno no puede estar de acuerdo, pero no sé si este tipo de lanzamientos procurará que quienes no vivieron su influencia puedan contextualizarles mejor. Lo dudo bastante y es un poco patético ver a esta gente convertida en sinónimo de Industria, cuando ellos fueron de los primeros en buscar la independencia artística. Pero en fin, al menos todo este jaleo no viene acompañado por el anuncio de un musical llamado “¡Qué guateque el de aquel día!”. Algo es algo.

PD. Esto es lo bueno de los blogs frente al papel, que se puede completar. Ayer, como todo hispano y en general medio mundo, escuché y leí la mayor sarta de barbaridades y estupideces sobre esta gente, que debieran ser bastante conocidos, me parece. Cada cual tendrá su pequeña anécdota y yo aporto la mia. No sé si en El País o en El Mundo se recogia esa "nueva" entrevista con John Lennos, según la cual Ringo y George "cantaban las peores canciones". ¿I Wanna be Your Man es de sus peores canciones? ¡Qué cosas! De lo de George, mejor es no hablar.

Pero lo que más me ha fascinado son esos elogios a calzón quitado de los máximos puristas de lo analógico-auténtico-popero-folk-rock-¡yepa!. Resulta que todos estos personajes que abominan de lo digital (frio, mecánico, suena mal, etc.) aceptan sin más que se meta el bisturí digital para retirar el leve zumbido de la cinta (que ayudaba a "aglutinar" los sonidos), que se transforme digitalmente lo que era mono en estereo, etc.

Me alegra tanta incoherencia porque de esta manera quedan claras las posiciones. Quienes estamos a favor de lo digital no vamos despreciando lo analógico (grabación, mezcla, masterización, etc). Es más, lo respetamos como una tecnología que funciona según sus propias leyes, posee sus virtudes y sus carencias y entendemos que alrededor de ella y aprovechando sus caracteríticas, se han creado estéticas muy dificilmente reproducibles mediante otros medios.

Sin embargo, los talibanes de la autenticidad, no tienen el menor reparo en disfrutar con el asesinato de esa estética histórica simplemente porque el artista se llama Beatles y detrás está la Industria con mayúsculas. Decir que son unos pringados quizás sería excesivo. Digamos al menos que no saben en que mundo viven.

13 comments:

Malicia Cool said...

es verdad que the beatles son un caso muy especial... saludillos¡¡

Javier said...

Grande como siempre, maese Costa. Un placer reencontrarte. Sólo un detalle: no es Guitar hero sino Rock Band. Saludos (y a Mali, claro).

Adso said...

Yo prefiero escucharlo antes de opinar. Es lo mínimo.

J.M. Costa said...

A ver Adso (gracias por el comentario), mi punto de vista es que no es necesario escuchar nada para saber que esto es un despropósito.
Imagino que sonará bien. Es lo menos que cabe esperar, digo yo.

Veamos

Los Beatles no grababan en estereo porque no querían, al fin y al cabo habia discos estereo comerciales desde 1958 y durante los años 60 el formato fue imponiéndose de tal manera que en 1968 (Wiki says) se dejaron de fabricar discos mono.

Si los Beatles no lo hicieron fue porque pensaron que había mas tocadiscos mono y en esto centraron su atención. Solo Abbey Road y Let It Be fueron mezclados directamente en stereo.

Bien, a mi me parece mucho suponer que los Beatles estaban frustrados por no poder hacer stereo desde el principio. Pero, en todo caso, asi es como salieron los discos, así se escuchaban y cualquier tarea de "arqueología musical" debería haber sido fiel a los originales. Es decir, que la nuevas remasterizaciones sonaran lo más parecidas posibles a los originales.

Es como si cogemos un cuadro pintado antes de la aparición de óleo y decidimos que en realidad el pintor quería veladuras en esos tejidos, pero que sin óleo era muy complicado hacerlas. Asi que agarramos el cuadro, borramos esos tejidos y pintamos otros nuevos con velados. Eso sí, respetando el trazo original.

Esto sería un escandalo, claro, pero en música pop estamos demasiado acostumbrados a tragar con lo que nos echen. Una y otra vez.

Malicia Cool said...

Costa tiene razón; es un horrible quebradero de cabeza encontrar grabaciones de los Beatles en condiciones; las recopilaciones son una pesadilla -y encima todo carísimo, como dice él- y al final sólo estoy contenta con unos pocos vinilos originales que tengo...

Jose, ¿qué te ha parecido nuestro clip? ya me dirás (si quieres, y sólo si quieres).

muchos besos,

alicia XX

(¡y besos, javi¡¡)

Anonymous said...

Qué gran razón esa de que la música beatle es pura entraña. Ante ello, ni estéreos ni monos: Beatles forever. Y ya que se hace un símil pictórico, fantástico que se limpie el hollín del humo de las velas que ennegrecen algunas obras de arte. La caja que han sacado es fabulosa.
Por otra parte, si yo fuese músico y hubiese vendido por poner un ejemplo, trescientas veintiséis copias de mis discos, aún así me negaría a que alguna vez estuvieran de oferta. Saludos y por supuesto, enhorabuena por el "pograma". FDO.Paciente seguidor de Cortijo y otras hierbas blogueras abecederas.

J.M. Costa said...

Bien, bien, Anonymous ha picado... O quizás yo no me he explicado bien (que todo puede ser).

No es lo mismo limpiar la guarrería de un cuadro (o los ruidos de un cilindro de cera o de un disco dañados) que quitar una parte y poner otra nueva "más moderna".

Los beatles sonaban como sonaban porque querían, y no se trata de distinguir mejor las guitarras, sino de lograr transportar a nuestra época el sonido original de la forma más fiel posible (cosa que tampoco se había hecho). Es como colorear una película en BN. Simplemente se pierde toda una estética hecha por gentes que pensaban en esos parámetros. Sin por desgracia, aportar nada que merezca la pena. Creo que tenemos derecho a que se nos ofrezcan obras sin adulterar, así de simple.

PS. Malicia, no he escuchado todavía el clip. Estoy con lo de la radio que me retumban la orejas y encima de un lado para otro. Prometo escucharlo en plazo breve.

Malicia Cool said...

don´t you worry¡¡ y danos las señas de ese programa, hombre¡¡ (¿o me he perdido algo?).

¡besos¡

Anonymous said...

He picado, maese Costa,y además con gusto me he zampado el lustroso gusano del anzuelo. Yo me creo lo que me dices y lo hago mío, que para eso Cortijo te ha bautizado como maese y siempre he sido un chico obediente. Pero a mí me daba por pensar que los Beatles, lejos de "querer" sonar así, más bien "pasaban" bastante de ciertos aspectos de su sonido porque preferían ir al grano, a las entrañas, como bien dices. ¿Cómo si no van a crear y desarrollar en ocho años todo el rock y el pop de la historia?.
En cualquier caso, para tipos como yo, que sólo habíamos disfrutado de los Beatles a trozos rescatados de la discoteca paterna, esta caja ha caído del cielo.
Nuevos saludos y nuevas enhorabuenas por el "pograma" y gracias por el placer de haber sido contestado.

FDO.Paciente seguidor de Cortijo y otras hierbas blogueras abecederas.

the cosmogonic escrotolitum said...

bueno, ami los beatles me parecen impepinables, todavía nos preguntamos de dónde salían esas melodías
el problema es la sobreexposición y los ciclos habituales de expolio mercantil: a veces es imposible distinguir el el bosque...pero vamos, impepinables-impepinables.
(entre nosotros: ¿disfrutaríamos tanto de sagittarius, daughter of albion o left banke si sonaran en el corte inglés, y los reeditaran por navidad para los adjuntos de medicina interna, y portadores de monovolumen varios?; pues, er...no; así somos, justo es reconocer)
p-d-coincido con maese en cuanto a las barbaridades que se están perpetrando: cuando menos es violación histórica hacer algo distinto con una reeedición que no sea mejorar en la medida de lo posible el master y punto; pero claro, no podríamos vestir a la mona de seda para venderla

Ottia said...

Bueno, sobre el tema mono/estéreo poco hay que decir -puede ser una perspectiva interesante oir los discos en el remasterizado requetechulo que le van a hacer, como oírlos en cuadrafónico... pero de acuerdo en que habría sido mejor ofrecer al menos una versión en mono para comparar y elegir (como por ejemplo en los últimos remasterizados de los Kinks). Sin ir más lejos el remasterizado de The Piper at the Gates of Dawn me suena a mí por lo menos mucho mejor en mono.

Sobre la estrategia sacacuartos... en fin, ninguno de nosotros nació ayer.

Sobre la música de los Beatles poco hay que decir -en mi nada humilde opinión quien crea que los Beatles son sólo melodías pegadizas NO TIENE NI PUTA IDEA DE MÚSICA. Así de claro. Hace ya casi cuatro décadas que ya no están y todavía no se les ha acercado nadie a la suela del zapato. Por melodía/ritmo/armonía/timbre/arreglos, por calidad, por innovación, por TODO.

J.M. Costa said...

Mucho me temo que el standard comercial en el futuro será un Twist and Shout estereo.

Del llamado The Beatles Remastered Mono Box Set (en vinilo) se editarán no más de 10.000 copias a unos 250€ el lote. Así que lo dicho, el standard de facto serán los Beatles en estero.

Zeppitsu said...

Mi pequeño grano de arena, aunque ya tardío, es llamar a esto "estafa generacional".

Porque no quedaron en ciertos momentos muy lejos comparaciones (generacionales, sociales, etc... menos musicales que otra cosa) entre los Beatles y Radiohead, incluso en eso de comer mierda. Véanse estos últimos disputando ya una suerte de misma masacre pero en la era que les toca vivir.

Esos "quitaos ese nombre, porque con On A Friday no vendéis una mierda, y os hago de oro" ahora empieza a ser un "cabrones, me debéis lo que sois!". O lo que es lo mismo: Parlophone SUCKS, dejad de editar lo mismo cuarenta putos millones de veces.

Yo desde luego y en cuanto a discográficas, me cago en esa forma de espolio contemporáneo (y no tanto ya) mal llamado "derechos".